Mientras tanto, Joaquín, quien a pesar de tener una vida social muy atareada y llena de compromisos, estaba atravesando un momento en su vida lleno de mucha felicidad y amor, después de casi 10 años de estar de luto y guardando su corazón, conoció una mujer maravillosa, quien entendía perfectamente lo que estaba pasando alrededor de su vida y poco a poco fue ganando la confianza y el amor de este caballero.

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Isabella, quien era una médica de 30 años, dedicada a desarrollar estudios científicos sobre el cáncer de próstata y sus derivados, conoció a Joaquín en una convención 5 años atrás sobre ETS y tratamientos no invasivos. Desde ese momento Isabella y Joaquín iniciaron una hermosa amistad y relación de colegas profunda, cada vez Isabella sorprendía más al experimentado médico con sus ocurrencias y fascinación por sus  investigaciones  y estudios. El amor que ambos tenían hacia la medicina terminó por unirlos en una amistad sólida, de confianza y comprensión.

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Después de 3 años de amistad, Joaquín había comenzado a invertir en sus proyectos y había mandado a construir un edificio para apoyarla con sus investigaciones, ya para los 4 años, le pagaba su apartamento y le compró un nuevo auto. Isabella no lo necesitaba, pero a toda dama le gusta que estén atenta de ella y como había enfocado toda su vida a su carrera nunca había experimentado la sensación de ser cuidada.